En conversación con CNN Chile, Pamela Contreras apuntó a fallas estructurales en Gendarmería, falta de controles efectivos y ausencia de tecnología como factores críticos en un caso que, a su juicio, podría estar vinculado a la infiltración del crimen organizado en las instituciones del Estado.
La liberación de Osmar Ferrer, imputado por el homicidio del empresario José Felipe Reyes Ossa y presunto miembro de una red criminal, sigue generando cuestionamientos en el ámbito judicial y político.
Esta vez, fue la exfiscal de Crimen Organizado y actual directora del área penal del estudio Colombara, Pamela Contreras, quien alzó la voz para advertir sobre fallas estructurales y la posibilidad de hechos de corrupción en el caso.
En conversación con Hoy Es Noticia, Contreras fue tajante al analizar la forma en que se gestionó la excarcelación de Ferrer.
“El control que debiese existir en Gendarmería respecto a las órdenes de libertad y prisión preventiva no debiera ser tramitado con tanta liviandad”, afirmó, apuntando a la debilidad de los protocolos que rigen estas decisiones críticas.
Uno de los aspectos más preocupantes, según la exfiscal, es la falta de tecnología en el sistema judicial.
“No hay un sistema de interoperabilidad. Se hace por mano, por correos electrónicos que se pueden falsear. El sistema judicial necesita urgente una modernización”, sostuvo.
Posible corrupción y crimen organizado
Contreras también fue enfática en señalar que, a su juicio, los antecedentes del caso exceden el margen de un simple error administrativo.
“Me cuesta creer que esto sea un error administrativo (…) Creo que hay actos que pudieran denominarse de corrupción”, advirtió.
La exfiscal subrayó que este tipo de situaciones no son comunes dentro del sistema judicial, lo que, a su juicio, agrava aún más el caso.
“Es bastante extraño este tipo de errores. No es algo habitual, no es algo común. Soy poco crédula de las coincidencias”, afirmó.
Finalmente, Contreras no descartó la posibilidad de que organizaciones delictuales estén operando dentro de las instituciones.
“Siendo realista, podemos pensar en que los tentáculos del crimen organizado pueden llegar a estas instancias”, puntualizó.