Este miércoles se cumplió un año desde que se detectó el primer caso de COVID-19 en Chile, en el Hospital de Talca. Desde entonces, más de 800 mil chilenos se han contagiado y 20.704 han perdido la vida por la enfermedad.
La jornada ha sido de balances. Aunque la vacunación avanza en una manera que ha sido elogiada a nivel internacional, se espera que aún así el año 2021 sea complejo. Por eso, los expertos en salud rescatan las lecciones que dejaron los primeros 12 meses de pandemia.
Para el ex ministro de Salud Emilio Santelices, los aprendizajes se resumen en tres. El primero de ellos es que en el futuro debe haber un fortalecimiento de la red y la atención primaria “debe formar parte de las estrategias centrales en materia del sistema de atención de salud”.
“La atención primaria ha jugado un rol fundamental para poder generar el testeo, la trazabilidad y el seguimiento de los casos. Es desde allí donde se trabaja junto a las personas, junto a las familias, en el barrio, y es donde gran parte de los desafíos sanitarios a futuro se van a tener que establecer”, destacó el ex secretario de Estado en entrevista con CNN Chile.
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En segundo lugar, afirmó que las redes de atención secundaria y terciaria tendrán que ser “mucho más ágil y poder establecer líneas de acción con distintos niveles de complejidad”. Por último, destacó la necesidad de “la colaboración público privada: los desafíos del futuro nos van a obligar como país a saltar las barreras ideológicas y entender que la oferta de atención, independiente de dónde esté, debe generar los accesos para que la población las pueda utilizar”.
Santelices proyectó que “el escenario en Chile en 2021 es diferente al 2020, y por varias razones: la primera de ellas es porque hemos aprendido el comportamiento del virus. En segundo lugar, porque estamos mejor preparados”, con mayor cantidad de test PCR y cuarentenas más flexibles.
El ex ministro destacó que el retorno a clases “ha sido muy realista porque recoge la necesidad imperiosa de que los niños retornen a su medio por todas las consecuencias a veces invisibilizadas que ellos exhiben al momento de estar aislados, y por otro lado también los resguarda, y por eso que se planteó que fuera voluntario, que fuera progresivo, y que fuera flexible y con protocolos”.
Por último, el ex secretario de Estado dijo que cree que “Chile va a tener más de cinco millones de vacunados a fines de marzo, que era la meta que se había puesto. Calculo que esta cifra se va a sobrepasar”.
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