Benito Baranda, excoordinador de la visita del papa Francisco a Chile, profundizó en CNN Prime sobre la experiencia que vivió al recibir al entonces sumo pontífice, en un contexto marcado por el caso Karadima.
Benito Baranda, excoordinador de la visita del Papa Francisco a Chile, se refirió en CNN Prime al legado del pontífice en la Iglesia Católica y rememoró su paso por tierras nacionales.
Desde su visión, ya en su viaje a Chile el papa se encontraba con una salud frágil. En cuanto al contexto actual del entonces sumo pontífice, señaló: “Esperaba un desenlace como este en semanas pasadas, cuando se empeoró mucho. Entonces, uno anímicamente estaba más o menos preparado para esto”.
Consultado por la periodista Mónica Rincón sobre cómo fue la experiencia de estar en la organización para recibir al Papa Francisco, recordó que la primera gran alerta fue que ningún argentino vino: “Las aduanas estaban preparadas para una avalancha, eso no pasó”.
Entre los episodios que vinieron a su memoria mencionó lo ocurrido en Iquique: “Fue un golpe duro, porque hubo que sacarlo de la ciudad”, y detalló que se habilitó un espacio con la expectativa de que llegaran diversas comunidades en el marco de la Fiesta de La Tirana.
“Nunca lo conversé tan profundamente. Para el obispo, ¿no es cierto?, para las personas de ese lugar, para la comisión organizadora también de la Iglesia, fue un golpe muy duro. Y el Papa después se fue con el obispo a almorzar. Entonces, a lo mejor allí hubo una conversación profunda sobre lo ocurrido. Sobre eso no tenemos mayor información”, comentó.
Entre los factores que influyeron, planteó el cuestionamiento que enfrentaba la institución católica debido a las denuncias de abusos sexuales: “Entre nosotros conversábamos que eso afectó mucho, porque el ambiente no era un ambiente tan proclive a la visita”.
El papa Francisco se retira de la Casa de Retiro contigua al Santuario Nuestra Señora de Lourdes de Iquique. Crédito: Agencia Uno.
Al preguntarle si creía que eso afectó en que la visita del Papa Francisco no convocara como muchos esperaban, argumentó: “El punto de comparación era Juan Pablo II, quien vino en un momento histórico, político y cultural distinto, y eso provocó que mucha gente abrigara una esperanza con la venida de ese papa. (…) Con la venida de este papa hay que recordar que la popularidad de la Iglesia Católica, que era de las más altas de Latinoamérica, pasó a ser de las más bajas, y la adhesión también. Entonces, esa era la primera señal de que era muy compleja la visita”.
En ese sentido, complementó que “quizás uno de los elementos que más impactaba era que los tres principales denunciantes del padre Karadima —que después fueron invitados por el Papa a Roma— solicitaron tener una audiencia privada con él en ese momento, porque el Papa recibió a denunciantes en la nunciatura. Pero no hubo voluntad, de parte de la jerarquía eclesiástica chilena, de que el papa los recibiera”.
El papa Francisco se retira de Chile luego de haber terminado su visita a la ciudad de Iquique, terminando así su gira oficial al país. Crédito: Agencia Uno.
“Yo entiendo que no lo podía hacer de manera tan brusca, porque había un ánimo, ¿no es cierto?, de parte de la jerarquía. Y por eso yo creo que el Papa convoca después a la jerarquía de la Iglesia Católica a Roma para tocar este tema. No sabemos en específico qué tema se trató, pero imagino que fue esta tensión en la cual él se vio, como lo dijo, engañado, ¿no es cierto?, por la información que había recibido”, expresó.
La situación además involucraría un convenio con la Municipalidad de Recoleta desde los tiempos de Daniel Jadue. Revisa los antecedentes exclusivos revelados por CNN Chile.
