Hace algunas semanas, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dio a conocer su último informe sobre el desempleo, el cual refleja un alza en las cifras de los desocupados que alcanzó un 13,1% en el trimestre de mayo, junio y julio de este año.
Sin embargo, los especialistas señalan que la cifra real es mucho mayor, ya que estos números no incluyen a las personas que no están saliendo a buscar trabajo ni a los llamados “ocupados ausentes”, es decir, quienes mantienen un vínculo con su trabajo aunque se reportaron ausentes durante la semana de referencia del estudio, tales como los trabajadores acogidos a la Ley de Protección al Empleo o quienes están con licencia médica.
En conversación con CNN Chile, Cristóbal Huneeus, economista y director de DataScience de Unholster se refirió a esta realidad y sus proyecciones. “El desempleo es un indicador medio engañoso. Sin embargo, (las cifras) deberían mejorar, esto siempre y cuando el desconfinamiento esté funcionando”, manifestó.
El experto señaló que la economía “funciona bajo tres grandes troncos: la inversión, el gasto de gobierno y el consumo” y que bajo esa lógica para reactivarla existen dos vías: la inversión y la reactivación del consumo.
“Mirando hacia adelante es fácil activar la inversión, pero el consumo depende del comportamiento de los demás. (…) La vía del consumo es más difícil“, declaró.
Respecto a una estimación sobre cómo se reestructurará el mercado del trabajo tras esta crisis, Huneeus indicó que “es muy difícil hacer una estimación porque hay un cambio tecnológico que está ocurriendo durante esta pandemia. Las empresas se están dando cuenta que, para sobrevivir, se tienen que adaptar y esa adaptación es un aprendizaje sobre la marcha”.
“Están surgiendo otras necesidades de otras cosas que antes no teníamos. Hay gente que vamos a tener que capacitar para apoyar en esta nueva economía“, recalcó.
Sobre este cambio de funciones de ciertos sectores económicos, afirmó que los principales deberían ser el comercio, el cual “lo está haciendo sobre la marcha”, junto a los hoteles y locales de servicio de comida.
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“Una vez que comercio, restoranes y hoteles se adapten a esta nueva realidad, yo pienso que vienen otros sectores que se van a adaptar. Creo que la educación cambiará lentamente, ya que quizás se necesiten otras habilidades (…) y la producción industrial”, finalizó.
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