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Un duro y claro mensaje envió la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, el lunes desde Guatemala a los inmigrantes que intentan ingresar de manera irregular al país: “no vengan. Estaremos reforzando las leyes y la seguridad. Si vienen, los van a regresar”.

Su mensaje llegó tras un mes en que se registró un récord de inmigrantes que intentaron entrar a EE.UU. sin éxito: más de 180 mil personas fueron detenidas en la frontera con México en mayo.

En Última Mirada, el analista internacional Raúl Sohr explicó que “con la llegada de Joe Biden al gobierno se generó una expectativa de que había terminado la era Trump y ahora se podía ir a EE.UU.”

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Sin embargo, la retórica de Harris demuestra que “no hay un cambio profundo en la política migratoria de EE.UU. en relación a lo que han denominado ‘el Triángulo Norte’, que comprende a Honduras, El Salvador y Guatemala”.

La razón tras el enorme flujo migratorio es “la increíble pobreza en la que vive este Triángulo Norte y también buena parte de México”.

¿Cómo superar la pobreza en Centroamérica en condiciones de corrupción, de violencia, de presencia de grupos paramilitares? La cantidad de problemas que está enfrentando Centroamérica, especialmente ese llamado Triángulo Norte, es enorme, y no va a haber una solución a corto plazo”, afirmó Sohr.

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