Las tropas rusas se tomaron la base de la cual se retiró Estados Unidos en el norte de Siria y que provocó la avanzada de Turquía sobre los kurdos.
Los argumentos de Turquía para su ofensiva en Siria son que quieren destruir el vaso comunicante con los kurdos que están en el país, mientras que también buscan resolver el problema de refugiados.
En Última Mirada, el analista internacional Raúl Sohr cuestionó: “¿Van a desplazar a más de un millón y medio de personas para traer dos millones de otro lado? Eso es generar otro conflicto“.
Sohr explicó que “nadie entiende en su sano juicio por qué Estados Unidos aceptó retirar sus tropas. La explicación que ha dado el presidente Trump es inverosímil”: que el presidente Recep Tayyip Erdoğan le dijo que invadiría la zona sí o sí.
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“Estados Unidos, con su presupuesto militar -la nación más poderosa del mundo, hecho del cual Trump no hace más que golpearse el pecho y decir ‘somos los más poderosos y voy a gastar más en nuestras fuerzas militares’- se deja intimidar por un aliado de la OTAN. Turquía y EE.UU. son países militarmente aliados“, comentó el analista.
Y aseguró que “esta es una derrota estratégica para EE.UU. de magnitud enorme. Yo la compararía con el error garrafal que fue invadir Irak y destruir a Sadam Husein, porque al final eso favoreció enormemente a Irán y EE.UU. se compró una guerra larguísima de la cual no sacó nada en limpio”.
“EE.UU. ya perdió a uno de sus mejores aliados en el mundo árabe: los kurdos, que además son militarmente respetables. Esa alianza se quebró. Y los rusos aparecen como el factor estable confiable”, sostuvo.
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