El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, acaparó la atención de los medios al no respetar la distancia física ni usar mascarillas durante la conmemoración de la independencia del país sudamericano. Y si bien no dedicó palabras a las víctimas de la pandemia, que a la fecha ya son más de 127 mil, sí lo hicieron sus opositores.
Fue el ex presidente brasileño Lula da Silva quien, a través de una transmisión en redes sociales, se dirigió a sus adherentes y criticó en duros términos el manejo de la crisis por parte de la administración de Bolsonaro.
Finalmente, el ex mandatario se puso “a las órdenes” del pueblo brasileño, haciendo un guiño a una eventual candidatura presidencial.
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“No es una gran novedad, porque se ha mantenido muy activo después de pasar dos años en la cárcel. Todo el mundo da por sentado que todavía tiene ambiciones presidenciales”, comentó Raúl Sohr en Última Mirada. El analista internacional afirmó que si bien es una de las principales cartas de la izquierda brasileña, los juicios en su contra han causado mella en su aderencia.
Hoy aparece como alguien bien posicionado en las encuestas, pero no alcanzaría a superar a Bolsonaro. Esto, pues el presidente ha cosechado algo de apoyo luego de haber comenzado su mandato con baja aprobación.
“Todavía hay mucho paño por cortar, pero Lula quiso marcar territorio y emerge claramente como el candidato de oposición, del Partido de los Trabajadores, que ha sufrido bastantes divisiones”, agregó Sohr.
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