Suspender. Esa parece ser una de las facultades más usadas del Tribunal Constitucional (TC) en el último tiempo. Suspender causas contra militares por corrupción, suspender casos de DD.HH. Una nueva estrategia que las defensas tienen todo derecho de ejercer, pero que no es inocua, según como han decidido consistentemente fallar, congelando procesos, tres miembros de esa instancia.
Lo había advertido el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, quien dijo que sólo el 2018 25 causas de DD.HH. habían estado paralizadas entre 25 y 657 días. Es especialmente doloroso para familias que ya llevan años esperando por verdad y justicia.
Ahora fue el turno, como antes de otros 6 involucrados en algunas de las 29 aristas que lleva Romy Rutherford, del ex comandante en jefe Humberto Oviedo. Su defensa ha logrado que la causa se paralice a la espera de que el TC resuelva el fondo de su queja de no haber conocido el sumario.
Este refrigerador del TC ha creado una tensión entre dicho tribunal y la Suprema, que le dio un ultimátum para que le envíe en 24 horas su resolución sobre Oviedo.
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El tema de fondo es sobre todo las largas demoras, de meses o más, que provoca este tribunal. Los imputados ganan tiempo y en el caso del Ejército tenemos derecho a preguntarnos si para algunos no se gana algo más y qué se gana.
En la arista de mal uso de gastos reservados ya se advierte una práctica que, de tener razón Rutherford, tendría no una persona (Oviedo), sino muchos involucrados. Hay dos ex comandantes en jefe lo visitaron, ex comandantes que han sido mencionados como beneficiarios del mal uso de estos dineros.
¿Se quiere resguardar los derechos del ex comandante en jefe o que no se le pueda investigar, como supone la abogada del Consejo de Defensa del Estado (CDE) María Inés Horvitz? ¿Hay aquí una demora inevitable o el intento de que a Rutherford se le venciera su plazo en la Corte Marcial?
¿Debiera agilizar su actuar el TC? Sí ¿El tiempo apremia? Evidente. En DD.HH., porque muchos familiares y victimarios han muerto sin que se haga justicia. En casos de corrupción, porque el prestigio de muchas instituciones está dañado y porque supongo que más de alguien habrá oído que “cuando el tiempo pasa, la verdad huye”.
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