Por Mónica Rincón
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Cuando hay reformas que son importantes para el país, para todos los ciudadanos en general y para cada uno de nosotros en nuestra vida cotidiana en particular, hay mucho en juego.

Mejorar las pensiones es una deuda inexplicablemente pendiente y, por lo tanto, es comprensible que el Gobierno critique a la oposición por rechazar en la Comisión de Trabajo la idea de legislar. Sobre todo porque es muy posible que luego, en la sala, sí se negocie y se logre dar el vamos a la discusión.

Y además porque los actuales opositores son también corresponsables de que, desde el retorno a la democracia, estos temas sigan pendientes. Acusan más de una vez que se intente quebrar a su bloque, cuando el bloque no existe y cuando el pirquineo de votos es una práctica tan antigua como el Parlamento y que cada administración ejerce cuando no logra los acuerdos que la hagan innecesaria.

A la vez, es entendible que la oposición responda con dureza y que le recuerden a quienes habitan hoy La Moneda que también ellos en el pasado rechazaron proyectos que los anteriores gobiernos consideraban relevantes.

Hay un juego político, casi esperable, en que quien encabeza el Ejecutivo intenta hacer pagar al oponente los costos de no sumarse a los cambios y de los contendores de alegar que si comienza el proceso legislativo ya perderán la posibilidad de influir de manera relevante en el resultado final de la normativa.

Pero apelar al patriotismo o acusar falta de éste por la forma en que se ejercer el derecho legal a votar en contra de la idea de legislar, no debiera ser parte del discurso de un mandatario como lo fue de nuevo hoy.

No conviene además hacerlo si se está en minoría en el Congreso y se necesitan los votos del adversario para avanzar en una reforma clave. Porque se puede incluso ganar en el corto plazo, pero mucho menos en el largo. En ese que implica mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, sobre todo de los que tienen menos.

La patria es un concepto grande. De la izquierda, derecha y centro. La democracia también.

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