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Hoy es de esos días en que los políticos o parte de ellos nos recuerdan por qué esta actividad es necesaria y debiera ser noble. La transversal Comisión por la Infancia termina, a diferencia de otras, con consensos y medidas concretas.

La Moneda se apunta un mérito no menor por este logro, pero a la vez echa sobre sus hombros tremendas expectativas que si no son satisfechas, le pasará la cuenta porque la situación de los niños del Sename es dramática y no da para más.

Pero hoy, el resultado de la Comisión no puede ser sino una buena noticia. Y ojalá el comienzo de un largo proceso en que se pague la deuda que tenemos con los menores vulnerados de nuestro país. Una deuda en la que también nosotros, los medios de comunicación, somos responsables, porque llegamos igual de tarde que los políticos con el tema de la infancia, defraudando lo que debe ser nuestra labor.

Ahora, con mayor razón, todos tenemos tarea. El gobierno: encontrar el financiamiento para una agenda ambiciosa e impulsar las medidas administrativas o legales. El Parlamento: sacar una no buena sino excelente normativa a corto y largo plazo.

Y los periodistas: fiscalizar, dar cuenta de este tema más allá de los titulares y seguir este tema cuando ya no sea la noticia más llamativa.

Si todos cumplimos, no habremos hecho más que cumplir con nuestro deber y ser en algo merecedores del cargo o trabajo que tenemos. No le habremos hecho un favor a los niños y niñas más vulnerables y vulnerados, sólo habremos dejado de violar su derecho a una vida digna… a sonreír.

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