Solo quedan un par de días para el retorno a clases presenciales de miles de estudiantes, de acuerdo con lo establecido por el calendario escolar del Ministerio de Educación (Mineduc). Sin embargo, aún existe un gran debate respecto a esta decisión dado el contexto de pandemia.
Claudia Uribe, directora de la Oficina de Educación para América Latina y el Caribe de la Unesco, enfatizó la importancia de que exista un consenso frente a esta determinación, ya que “afecta a la gran mayoría de familias en Chile y es un problema que concierne a todos”.
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“Requiere que todos los actores educativos y sociales pongan de su parte para hacerlo posible, ya que es muy difícil realizarlo cuando no hay un acuerdo y no se ha tomado como una prioridad nacional“, enfatizó la especialista, quien también forma parte del consejo asesor del retorno a clases.
El Mineduc estimó que el 40% de los colegios nacionales volverán a clases con algún nivel de presencialidad. El retorno será gradual y voluntario, lo cual es visto con buenos ojos por la experta, quien enfatizó la importancia de que los padres y madres determinen “lo que más le conviene a sus hijos”.
“Lo que no es optativo es que el Estado haga todo lo que está en su medida y control por hacer posible este retorno a las aulas”, dijo. Uribe recalcó que es inaceptable que los cuidadores quieran que sus hijos o hijas retornen a las escuelas “y que éstas no estén disponibles”.
Los efectos del cierre
La autoridad concordó en que actualmente existe una gran crisis derivada del cierre de los centros educativos y las evidencias así lo avalarían. Los principales problemas son la pérdida de los aprendizajes y la falta de socialización en los menores, lo cual puede tener efectos en su salud mental y bienestar.
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“Tiene una serie de implicaciones que están provocando un tremendo riesgo para toda una generación de estudiantes, con efectos además sobre la familias (…) Esto está causando una crisis, que es educativa, pero que se extiende más allá y hay múltiples dimensiones“, afirmó.
Finalmente, Uribe reconoció que el 2021 será un año complejo para la educación, pero es optimista. “Nadie pretende que esto sea un paso sencillo y fácil, pero creemos en la voluntad de los docentes y de todos los padres y madres para hacer que esto sea posible“, concluyó.
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