El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, se reunieron finalmente en una histórica cumbre en Ginebra, Suiza, después de varios meses en que se mantuvo una fuerte tensión.
En conversación con CNN Chile, Gilberto Aranda, académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, se refirió al primer encuentro entres los mandatarios y valoró la realización de la cumbre en forma presencial y no virtual, en tanto que aseguró que “todavía quedan muchas preguntas y habrá que ver las conclusiones de la gira”.
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Si bien los lideres mundiales no han logrado acuerdos sustanciales, a excepción de escasos puntos, Aranda sostiene que la cita cuenta con un “alto nivel simbólico” en torno a las “miradas renovadas de Estados Unidos y la larga mirada de Putin, quien ya se ha encontrado con 5 mandatarios americanos”.
Sobre los acuerdos que considera fundamentales, el analista rescata la renovación del acuerdo armamentístico STAR III, cuyas conversaciones estaban enterradas. También valoró los compromisos en cuanto a cyberataques y destacó que se aboradon temas de derechos humanos relacionados fuertemente al activista Alekséi Navalni.
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Las conferencias de prensa que realizan los presidentes mundiales en este tipo de proceso últimamente han sido en separado. Para Aranda, eso se debe a que se busca evitar el factor sorpresa y aludió a una antigua situación entre el ex presidente Trump con Putin, calificada como una “vergüenza” a nivel diplomático por algunos analistas.
“Lo que se intentó proyectar es que hay muchos temas que los separan, pero que están dispuesto a, de manera honesta y clara, llegar a algunos acuerdos mínimos“, esbozó Aranda, al tiempo que advirtió tener mesura, pues otras potencias, como China “tienen mucho que decir”.
“Uno de los temas de Rusia es la cyberseguridad, pero respecto del comercio, es una cuestión con China que está pendiente, por lo tanto, antes de esta cita, se habló largamente con los aliados de EE.UU en Europa la cuestión de cómo enfrentar la ofensiva comercial china con un desarrollo de un plan de comercio conjunto y de infraestructura crítica”.
El profesional concluyó que, a su juicio, “no estábamos en una guerra fría, pero sí en una competencia comercial muy agresiva” para la cual, dice, se hace necesario que se entablen “reglas comunes” para que sea una “competencia limpia”.
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