Luego que el senador Felipe Harboe declinara su candidatura para ser presidente del Senado, Adriana Muñoz se convirtió en la única candidata de la oposición y además quien más probabilidades tiene de asumir el cargo.
En conversación con Mónica Rincón en Marca Registrada, la parlamentaria aseguró asumir este desafío “con mucha emoción porque vengo del mundo feminista y he trabajado tanto en la Cámara de Diputados, en el Senado, por los derechos de las mujeres, por más presencia de mujeres en los cargos y en los espacios de toma de decisiones. Es un momento importante dentro de mi trayectoria”.
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Siguiendo la línea del feminismo, Muñoz lamentó que no estuviesen los votos suficientes para aprobar la paridad en el Senado, y se refirió a la postura de los senadores Ossandón y Castro, quienes habían mostrado su adhesión a esta indicación y luego, mientras el primero no votó por estar de viaje, el segundo se abstuvo. En relación al último, señaló: “Me parece un mal comportamiento, porque se comprometió públicamente y luego se desdijo con un argumento bastante débil. Yo creo que vendió ilusiones”.
“Vamos a escribir una nueva Constitución y es fundamental que estén los independientes, las mujeres y los pueblos originarios”, reiteró.
La senadora ha mantenido una postura crítica frente al gobierno. “Yo creo que el presidente está desconectado del país (…) Aquí la gente pide cambios estructurales, no reformas”, indicó.
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Sus argumentos, dice, están en las medidas que se han levantado desde La Moneda.
“Uno ve las agendas legislativas que tenemos. Por ejemplo, hay una demanda fuerte por mejores salarios, y el presidente envía una ley de salario mínimo financiado por fondos públicos, que son $50 mil más para quienes ganan $300 mil y así. Entonces no instala un debate sobre el salario mínimo si no que entrega un bono, un subsidio, para aquellos trabajadores con más bajo salario. Entonces se equivoca de foco, aquí lo que el país demanda es un debate profundo, estructural sobre los sueldos”, concluyó.
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