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“¡Día histórico para las mujeres de Chile! Con la aprobación de las #3Causales, avanzamos en un derecho básico para nuestra dignidad”, así la ex presidenta Michelle Bachelet celebró ese 21 de agosto del 2017, día en que, bajo su gobierno, se le dio oficialmente el vamos a la ley de despenalización del aborto bajo 3 causales.

Con 6 votos contra 4, el Tribunal Constitucional decidió rechazar la petición de los senadores y diputados de Chile Vamos sobre el proyecto de ley que despenaliza el aborto en tres causales: en caso de peligro de vida de la madre, inviabilidad fetal y violación.

El camino por la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo se remonta al 2014 cuando Bachelet, en su cuenta presidencial del 21 de mayo, se comprometió a legislar sobre el tema. Posteriormente, el gobierno entregó las indicaciones al Congreso para discutir el proyecto.

Durante 2016, la Cámara de Diputados aprobó la despenalización del aborto. La decisión no estuvo exenta de desencuentros entre los parlamentarios, como la polémica declaración del diputado Gustavo Hasbún (UDI), quien aseguró que de darle el sí el proyecto “se acabaría la Teletón”.

Luego, en 2017 y tras un intenso debate, el Senado votó a favor de la ley de despenalización del aborto en 3 causales. Bajo ese contexto, fundamentalistas religiosos y “providas” realizaron diversas manifestaciones en las calles de Santiago. Pero aún así, el proyecto no dio marcha atrás.

Esta medida puso parcialmente fin a las sanciones que desde 1989 ha impuesto la justicia a las interrupciones del embarazo.

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