Matilde Burgos conversó con Iván Arriagada, presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals -una de las empresas vendedoras de cobre más grande del mundo- en relación a la sustentabilidad de la empresa minera, luego de los cuestionamientos sobre la cantidad de agua utilizada en los procesos.
Una de las soluciones que propone la compañía es la utilización de agua de mar desalinizada, para así dejar de usar recursos naturales almacenados en cuerpos como ríos, reservas acuáticas o glaciares. “La sustentabilidad la hemos integrado dentro de nuestra estrategia y toma de decisiones, en nuestros proyectos, pero también en nuestras operaciones”, señaló Arriagada.
“El proyecto de abastecerse con agua de mar busca lograr ese abastecimiento en el tiempo, en una primera etapa con los 400 litros por segundo, pero esperamos después expandirla más o menos al año 2025 poder estar más del 90% con el abastecimiento de Pelambres proveniente de agua de mar desalinizada. Y por lo tanto, efectivamente, que eso permita convivir con las otras necesidades del valle, de una manera que nosotros hagamos una contribución , por la vía de proveernos de agua del mar”, explicó el presidente ejecutivo.
En relación a la ley de glaciares, Arriagada aseguró que lo que espera que las definiciones y medidas que se tomen en el Congreso para la protección de estas reservas de agua se construyan bajo “parámetros objetivos escritos desde la ciencia”.
“Yo pienso que el proceso en el Congreso tiene que seguir su curso, hay distintos actores que tienen la responsabilidad de proveernos las leyes en el Congreso”, apuntó el ejecutivo.
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El presidente de Antofagasta Minerals asegura que la empresa busca desarrollar una minería sustentable y, en ese sentido, cuando realizan un proyecto lo hacen midiendo los impactos que tenemos en los distintos ámbitos: el medioambiental, social, gobierno y corporativo. “Vamos a ser siempre conscientes de esos impactos, minimizarlos hasta dónde es posible y ajustarnos a la normativa vigente en cada uno de los casos”, agregó.
“El cobre es una materia prima, un insumo que es necesario para la energía limpia y para el transporte limpio; para la electromovilidad. Y por lo tanto, va a ser muy difícil transitar hacia una economía baja en emisiones que efectivamente mitigue el cambio climático si no existe suficiente cobre para hacerlo”, concluyó Arriagada.
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