Por Bruno Delgado

Las políticas deben partir del territorio hacia la comuna, no deben hacerse desde el gobierno central hacia las regiones”. Desde esa mirada es la que Pamela Vivanco, enfermera jubilada que ha trabajado casi toda su vida en la salud pública, compite para llegar a la Convención Constitucional.

La candidata independiente por el distrito 7 de la Región de Valparaíso ha trabajado en la salud desde diversas aristas: en la atención primaria en zonas rurales, en la Seremi de Salud y en cargos directivos en el Hospital Van Buren. Actualmente, es profesora en la Universidad Andrés Bello. Una carrera que ha hecho por 35 años en silla de ruedas, luego de que por un accidente de tránsito quedara con paraplejia. Es por eso que en su agenda la inclusión tiene un puesto protagónico.

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La inclusión es fundamental en esta nueva Constitución y no que esté en una palabra, sino que todas las políticas de salud, educación y vivienda la consideren. No es lo mismo estar, en mi caso, sentada a estar parada. Desde que voy al banco tengo que levantar los brazos para que me vean y me atiendan. En un supermercado tengo que pedir ayuda, me hacen dependiente. La vida se ve de otra forma, se ve a la mitad”, contó a CNN Chile la candidata cuyo lema es “vamos a escribir la Constitución sin miedo”.

Vivanco sinceró no estar conforme con la negociación que derivó en el proceso constituyente, porque “fue hecho por unos pocos”. También está en contra de los 2/3, pero “quise competir porque es un deber político. El acuerdo fue una traición a la gente que estaba en la calle, pero dadas las condiciones hay que sumarse, es lo único que tenemos”.

Terminar con la salud de pobres y ricos

La enfermera de 68 años que competirá por un escaño en las elecciones del 11 de abril dice que se sintió representada por las demandas del estallido social, pero comenta que no pudo participar como le hubiera gustado porque es más difícil arrancar de las lacrimógenas con una silla de ruedas”.

Es justamente ese espíritu el que la llevó a inscribirse: “Sentí que tenía que aportar a este cambio social. Soy enfermera y he trabajado 35 años en el sector público, sé que hay mucha inequidad, hay una salud de pobres y otra de ricos, y la salud de los pobres ha ido deteriorándose cada vez más“.

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La salud, por supuesto, es otro de los temas clave que destaca deben ser reimaginados para la nueva Carta Magna: “No es posible tener una buena salud si tenemos este mismo sistema de las Isapres que hacen la división de la salud pública y la privada”.

Para Vivanco, el trabajo de pensar un nuevo Chile es interseccional, ya que todas las demandas sociales expuestas por la ciudadanía en las calles están conectadas. Tal como su trabajo, porque desde la docencia puede seguir reflexionando en la salud pública: “Debemos hablar del derecho universal a la salud a todo evento, no el acceso a la salud para algunas enfermedades“.

Nueva educación para niños, niñas y niñes

Desde la vereda de profesora también nutre el programa de cambios que le gustaría impulsar en la Convención Constitucional: “Necesitamos formar nuevos profesionales para formar nuevos niños, niñas y niñes, y partir desde el preescolar. Cuando nacemos tenemos las mayores potencialidades de desarrollar nuestras conexiones neuronales. ¿Y qué hacemos con estos niños? Los metemos a un sistema donde los tenemos repitiendo cosas”.

“Tenemos que hacer que los profesores y educadores de párvulo sean mediadores de conocimiento, que apoyen para la seguridad, pero el niño debe ser quien invente las soluciones”, asegura Vivanco, quien ha colaborado con agrupaciones sociales como Enfermería Constituyente, Enfermeras Feministas, Revolución Solidaria y Tocatas en los Techos.

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Esa relevancia estructural que identifica en los profesores como actores del desarrollo es lo que también la hace sostener que “deberían ser los mejores pagados, porque nos construyen un mundo mejor”.

Al igual que la salud y el agua, Pamela quiere trabajar para que la educación sea un derecho. “No puede ser que todavía se lucre con ella, se hace una educación de ricos y otra de pobres. A la educación pública no se le asignan recursos y van para los subvencionados y no todos cumplen con lo que deberían: buenos sueldos y un programa para formar niños, niñas y niñes para que sean ciudadanos y no sólo para que den un Simce o una PSU, donde sólo están memorizando”.

“No queremos saber nada de los partidos”

Pese a que Vivanco reconoce que competir como independiente por un escaño en la Convención Constitucional es hacerlo en una cancha dispareja, declara que nunca barajó aliarse con un un partido, porque “han desilusionado a toda la gente, no nos dan confianza. Los políticos son electos y después olvidan quiénes los eligieron. No queremos saber de los partidos políticos, hay que replantearse la política y los partidos”.

Es ahí donde cree puede marcar una diferencia como independiente: “Quiero llevar la voz de los que no tienen voz, de quienes estaban en la calle, de los que dijeron ‘basta, no queremos más este Chile’“.

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Y para poder visibilizar este trabajo y no perder el contacto con las bases que la podrían llevar a aportar directamente en la nueva Carta Fundamental, es que valora la participación de la plataforma EligeIndependiente, donde los y las convencionales electas podrán informar constantemente del proceso para “ir construyendo en conjunto, no que sea una persona que se las sepa todas”. 

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