Por Carlos Pizarro

A diferencia de otros candidatos, Juan Eduardo Baeza (58) prefiere hablar del cómo llegó a ser candidato a la Convención Constitucional más que qué lo llevó a serlo. Si bien cuenta con un historial familiar que lo acerca al ámbito público desde distintas áreas, fue su participación en el Movimiento Social Constituyente lo que lo tiene hoy postulando a un escaño por el distrito 11.

Este colectivo contempla a más de 40 organizaciones territoriales, entre centros de madres, juntas vecinales y otros, y se encuentran emplazados en las distintas comunas que conforman el distrito. Y tras el estallido social tomó la fuerza suficiente para hoy ser parte de la Lista del Pueblo.

“Se toma la decisión de mandatar a siete personas que sean los candidatos que representen al Movimiento Social Constituyente”, explica a CNN Chile. “Entonces, yo aquí no estoy por mi linda cara, por el colegio de donde salí, por la familia a la que pertenezco, sino porque un conjunto de organizaciones sociales validan mi candidatura. Hay un ejercicio a nivel comunal a nivel de distrito de lo que llamamos soberanía. La gente reflexionó y generó un mandato, y eligen a quienes representen ese mandato. Eso valida mi candidatura”.

Sin perjuicio de aquello, reconoce ser parte de una familia que estuvo vinculada al sistema público de salud durante la primera mitad del siglo XX. “Lo central en el ADN familiar es el tema de la preocupación de lo público pero centrado en el desarrollo de la persona humana. Eso está en mi capital cultural”, afirma.

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El impulso del movimiento social tras octubre

Los días tras lo que se ha denominado el estallido social fueron de una efervescencia inusitada en el país. Las protestas en las calles derivaron en muchos casos en cabildos, muchos de ellos autogestionados y otros impulsados por organizaciones. La gente se estaba reuniendo a hacer política en primera persona.

El diálogo en la mayoría de los casos se generó a nivel barrial, donde los mismos vecinos a través de sus juntas promovían la conversación sobre lo que se vivía.

Sin embargo, esta efervescencia no estuvo exenta de daños, como la quema de estaciones del Metro de Santiago o los saqueos a supermercados, así como también las violaciones a los derechos humanos cometidas por efectivos policiales.

Una “rabia acumulada”, según Juan Eduardo. Algo que afirma entender, pero no justificar: “cuando nos dicen a nosotros que ‘no lo vieron venir’, eso no es cierto. Se veía venir. Lo que pasa es que la élite, la oligarquía chilena, no quiso escuchar. Eso también forma parte de las explicaciones del 18 de octubre”.

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De la rabia al Chile del futuro

Tras los cabildos, señala Juan Eduardo, el diagnóstico era el mismo: alcanzar un vivir digno. Y en su caso, las discusiones que llevaron a cabo entre quienes componían el Movimiento Social Constituyente el concepto de “buen vivir” era un denominador común, pero no el único.

“Nosotros no estamos descubriendo la rueda: estamos preocupados que el tema del buen vivir sea uno de los que vamos a plantear, así como el del medioambiente. No hablamos de recursos naturales, sino de bienes naturales. El recurso tiene un dejo economicista; el bien tiene una mirada del disfrute, de cómo hacemos las cosas mejor. No compartimos esta economía extractivista, necesitamos una economía en que agreguemos valor”, afirma el candidato a convencional.

La inclusión y la igualdad de género fueron otros de los pilares que posteriormente se convirtieron en parte del programa común de este movimiento. Asimismo, el derecho a la propiedad lo entienden tal y como existe en la actualidad, pero creen necesario sumarle una característica que lo sujete al bien común.

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“Estamos a favor de un derecho a propiedad como hoy existe, pero en términos macro en función con el bien común. Qué quiere decir esto: no voy a expropiar un auto o una casa, pero los bienes públicos como el agua, la minería, lo marítimo, el derecho a propiedad sobre estos bienes públicos tiene que estar regulado de tal manera que esté en función del bien común“, agrega.

Junto con ello, el candidato al distrito 11 espera impulsar el reconocimiento de Chile como un Estado plurinacional y garante de los derechos sociales. Además, con un régimen parlamentario y unicameral, que defina un jefe de Estado y un jefe de gobierno como dos figuras separadas.

Ninguna de estas ideas, reitera Juan Eduardo, funcionará sin la promoción de la participación ciudadana: “Si no abrimos los cauces a la participación, vamos a tener 18 de octubre en forma cíclica. Porque en el fondo se acumula la rabia y cuando se acumula, explota. Y la única manera que tenemos que esta rabia se conduzca es que instalemos caminos de participación y diálogo”.

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