Carolina Pérez (32) estudió Literatura y Lingüística en la Pontificia Universidad Católica, tiene un máster en Participación, Poder y Cambio Social en la Universidad de Sussex, fue dirigenta de la Feuc, voluntaria en TECHO y también se desempeñó como profesional en la organización.
Esa trayectoria es la que, cuenta, la llevó a involucrarse en el proceso constituyente: “Fui voluntaria en diferentes campamentos y tomas de terreno y ahí aprendí la importancia del trabajo comunitario y la participación de las personas en los procesos sociales y que efectivamente para derrotar la desigualdad es importante atacar estructuralmente las problemáticas sociales“.
Además, Pérez se desempeñó como jefa de gabinete del senador Juan Ignacio Latorre, es militante de Revolución Democrática y ahora compite por un cupo en la Convención Constitucional por el distrito 11, que incluye la comuna de Peñalolén, de donde viene ella y su familia.
“Yo soy una persona que trabaja con comunidades que han sido sistemáticamente excluidas desde hace muchos años y creo que la oportunidad de escribir una nueva Constitución hoy nos entrega la posibilidad de atacar estructuralmente las desigualdades“, detalla.
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Cuatro enfoques
La candidata explica que su propuesta tiene cuatro focos: “El primero, la desigualdad económica en el país. La idea es poder distribuir mejor la riqueza y eso tiene que ver con una sociedad en donde el Estado deje de ser subsidiario hacia un Estado cuidador que proteja y se haga garante de los derechos sociales”.
“En segundo lugar están las desigualdades de género, queremos construir una Constitución que sea feminista, y eso significa que reconoce realmente la igualdad entre hombres y mujeres y también las disidencias sexuales. Además que reconozca los derechos sexuales y reproductivos, que son deudas históricas en este país para las mujeres”, añade.
En tercer lugar, apunta a “sacar los cerrojos que quedan de la Constitución del ’80“, entre los que menciona los quórums supramayoritarios, el rol del TC y acabar con el hiperpresidencialismo. “También incluir cosas nuevas como una democracia directa, que podamos tener plebiscitos locales y nacionales, iniciativa popular de ley y, al mismo tiempo, que podamos sacar como ciudadanía a los diferentes representantes que han sido corruptos o no han cumplido con su labor”, dice.
Por último, menciona las desigualdades medioambientales: “reconocer la crisis climática y que hay ciertos principios que hoy día no están incorporados en la Constitución, como es el principio de justicia ambiental y justicia inter e intrageneracional, que quiere decir que efectivamente nuestra sobrevivencia hoy y los recursos que utilizamos deben servir para que sobrevivamos nosotros, pero no pueden poner el riesgo de las futuras generaciones”.
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La Constitución de la desigualdad
Pérez asegura que “estamos invitando a la gente a acabar con la Constitución de la desigualdad, le decimos la Constitución de la desigualdad porque efectivamente ha generado brechas en el país en casi todos los ámbitos, donde hay un país que ha sido para ricos y otro país que ha sido para pobres y estamos invitando a la gente a usar su poder”.
Con respecto a su posición para enviar este mensaje a pesar de militar en un partido político, en el contexto actual de desconfianza, afirma que “efectivamente hoy muchas personas sienten desesperanza y frustración con diferentes políticos que llevan décadas en el poder, sienten que no han sabido dar respuesta, que hay una democracia que no es suficiente”.
“Yo milito en RD, somos un partido legalizado hace 3 años, una coalición nueva y sabemos que hacer política con políticos que llevan décadas y con muchos más recursos económicos puede ser difícil pero nosotros vamos a tratar de cambiar las cosas en profundidad“, añade.
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Una Constitución feminista
Pérez profundiza en su propuesta de una Constitución feminista señalando que “hablamos de varias cosas que son esenciales, por ejemplo, el reconocimiento de las labores domésticas como trabajo, hablamos de que se reconozca la labor que ha cumplido históricamente la mujer en la sociedad”.
La candidata indica que, de acuerdo a estudios, el 20% del PIB provenía de las labores domésticas, por lo que “no solamente las mujeres se han hecho cargo de labores que permiten que el resto de la sociedad funcione -porque si todas las mujeres que trabajan en sus casas hicieran una huelga de brazos caídos el país dejaría de funcionar- sino que efectivamente son parte del crecimiento económico del país“.
Por otra parte, menciona la garantía de los derechos sexuales y reproductivos, lo que considera la educación sexual integral en distintos niveles, legalización del aborto y la educación no sexista.
“Cada artículo de la Constitución tiene que tener una perspectiva de género“, cierra.
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