Dos noticias marcaron el día político. Dos candidaturas que arrancan en el comienzo de un intenso año electoral. Una estaba programada. El lanzamiento de Sebastián Piñera, quien marcó sus propios tiempos, como es lógico en quien parte con la delantera.
En su discurso, el ex presidente presentó esta elección como una encrucijada, entre la continuidad de este gobierno, y mejoras en temas como crecimiento, empleo y delincuencia. Criticando el ambiente de polarización.
Pendiente sigue el tema de sus negocios, en el cual Piñera no anunció detalles de la fórmula para zanjar las críticas por la mezcla entre política y dinero. Justo cuando el ranking Forbes lo posicionó entre las 5 mayores fortunas de Chile. El otro lanzamiento, en cambio fue sorpresivo. La periodista Beatriz Sánchez aceptó el ofrecimiento de Giorgio Jackson y Gabriel Boric para competir en las primarias del Frente Amplio.
Una candidatura que se formalizaría la próxima semana, tras consultas con las bases de Revolución Democrática y el Movimiento Autonomista, y que pretende convertir al frente en una tercera fuerza competitiiva. De paso, la postulación de Sánchez podría complicar a Alejandro Guillier, al marcar un perfil similar. Una comunicadora con alta credibilidad, lejana a la política tradicional, pero con mucho más libertad para desplegar un discurso de cambios. Y que podría poner un tema incómodo para varios: la probidad.
Con un acto programado y con una irrupción sorpresiva, la campaña presidencial sigue recordando que puede haber más sorpresas. Pero lo que es seguro es que ya comienzan también las carreras al interior de los partidos por influir y copar espacios de poder.
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