Ineptitud. Bochorno. Todo eso y más sirve para calificar lo ocurrido con el padrón electoral.
Pero eso no es lo más importante. Lo clave es que está en juego el derecho a voto efectivo de hasta medio millón de chilenos.
De ahí que se activara de emergencia un proyecto de ley express que permitiría a los afectados elegir entre votar en su comuna o en la que aparecen inscritos.
Un parche para un entuerto que es vergonzoso. Que debió advertirse antes de manera enérgica y por el cual ni una sola autoridad ha asumido su responsabilidad sino que se a pasan la pelota.
Para que no se repitan negligencias como ésta; es necesario que se investigue a fondo en la justicia si es que hay mérito y por supuesto en el ámbito político, haciendo valer las renuncias que correspondan. Pero ese es un tema distinto a la ley exprés…
Razones válidas para oponerse al proyecto: no hay cómo evitar que algunos ciudadanos puedan sufragar dos veces, afectando así los resultados de votaciones estrechas, lo que podría ñllevar a impugnar algunos resultados.
Además, en la práctica algunos podrían elegir estratégicamente donde votar, un privilegio que incluso algunos expertos califican como inconstitucional.
Males, sí. La pregunta es si no son males menores ante la alternativa: negar a miles de chilenos el derecho básico en una democracia: votar para elegir a sus autoridades.
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