Llegó el momento de la verdad. Jornada clave de una de las más insólitas campañas presidenciales que se han registrado en EE.UU. El último y decisivo cara a cara de Hillary Clinton con Donald Trump.
Un final de infarto, en los que los últimos sondeos hablan de un empate técnico, pero cabe recordar que pese a que las encuestas den un importante repunte en las últimas jornadas al candidato republicano el Presidente de los Estados Unidos puede ser el que obtenga incluso menos votos
tal como pasó en el año 2000, cuando Al Gore consiguió más sufragios, pero George W. Bush logró más votos electorales y se convirtió en presidente.
Pese a las críticas al modelo, la elección indirecta es una tradición estadounidense y sus ciudadanos la validan y aceptan como tal. Un sufragio que busca no sólo enfocarse o reconocer a una sola figura o candidato, sino que al trabajo y coordinación desarrollada por un extenso equipo que trabaja y refleja sus ideas en el país más poblado de norteamerica quienes han tenido además una tarea titánica que es captar sobretodo el interés de los “estados indecisos”como es el caso de Ohio o Florida.
La de mañana no sólo es la elección de Trump vs Hillary, la elección de un millonario que sufre con acusaciones de desprecio a las mujeres, a los inmigrantes y que realmente no es un conservador contra una mujer acusada de problemas de salud, que no tendría la fortaleza de estar a cargo de la presidencia y que fue investigada por el FBI. Todo eso queda atrás y podremos ver en pocas horas más qué tan profundo impactaron las propuestas de los republicanos o los demócratas, ¿habrá un quiebre ciudadano? o cómo podría también cambiar la relación de EEUU con el mundo.
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