Hoy se cumplen 10 años de la muerte de Augusto Pinochet y pocos salieron en su nombre. Entre los políticos, sólo el senador Moreira se atrevió a destacar su legado. Su figura se ha vuelto irrelevante…incluso la UDI reflexiona en su primera elección “un militante un voto” cuántos nexos mantiene con la obra que Jaime Guzman, su fundador, ayudó a construir.
Aunque su legado político sigue vigente, cayó su principal estructura; el sistema electoral binominal. Las reformas socavan el modelo educacional y amenazan el constitucional. Incluso el económico, el más celebrado de sus legados, está hoy bajo el ojo público a la luz de las desigualdades.
Igual que hace una década sigue abierta la herida de familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos. Sin embargo, hoy a diferencia de entonces, con información cada vez más detallada de la acción del régimen en crímenes y violaciones de Derechos humanos, muy pocos dudan que los términos correctos para su gobierno son Dictadura y Dictador.
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