Marco Kremerman, economista de la Fundación Sol, habló sobre los resultados de la última encuesta Casen, donde la pobreza aumentó un 10,8%, lo que equivale a más de 2 millones de personas, mientras que la extrema pobreza llegó al 4,3%.
En entrevista con CHV Noticias, el economista comentó que uno de los principales factores del aumento de la pobreza es la pérdida de trabajos, pero también la calidad del empleo, “por eso es tan importante centrarse en un proceso de reactivación no precaria”.
“Este indicador nos permite hacer una comparación con años anteriores, pero es un indicador muy general, hay que acompañarlo con indicadores complementarios y no solo con uno, en este caso pobreza por ingresos, porque eso nos permite visibilizar situaciones que no se ven con los indicadores tradicionales”, explicó.
En la misma línea, advirtió que “quedan 800 mil empleos por recuperar, va a demorar muchos más meses, por tanto parece prudente estudiar el IFE que hasta el mes de septiembre se iba a entregar con la mitad de sus recursos para que se entregue por completo“.
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“Pero hay una discusión adicional, que es la suficiencia. Costó mucho llegar a un IFE equivalente a la línea de la pobreza, $177 mil para una persona y $467 mil para un hogar de 4 personas, pero esa es la línea de la sobrevivencia, uno no podría esperar que entregando un monto equivalente a la línea de la sobrevivencia los hogares puedan hacer una cuarentena efectiva o se reduzca la movilidad”, precisó Kremerman.
Junto a esto, cuestionó que “la situación complicada de sectores medios no se visibiliza al tener este indicador muy general de pobreza por ingresos, ahí esta la clave: mirar sectores medios con indicadores alternativos”.
“Los hogares con jefaturas femeninas han sido mucho más golpeados, porque no hay alternativas para que las mujeres puedan dejar a sus hijos o hijas al cuidado, deben quedarse en la casa porque no tienen los recursos para pagar un servicio para que los cuiden y ellas salir a trabajar. Se ha perdido mucha participación en el mundo del trabajo de las mujeres y ahí se necesita un apoyo adicional”, añadió.
Finalmente, el economista enfatizó que “la pobreza en el caso de las personas migrantes es de 17%, si la pobreza general llegó a 10,8%, aquí estamos hablando de más del 65%. Son valores similares a los del 2006, esa es la magnitud. Y la extrema pobreza llegó a casi un 8%”.
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