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Rafael Nadal se instaló en la final del Abierto de Australia luego de derrotar en cuatro sets al suizo Roger Federer, accediendo a la posibilidad de ganar por segunda vez la competición luego de su título obtenido en el 2009, precisamente donde también venció al Suizo.
El tenista número dos del ATP, logró revertir un partido que comenzó perdiendo, pero que en tres horas y 42 minutos de juego, logró imponerse con un categórico 6-7, 6-2, 7-6, 6-4.
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