Ronald Dumont/Hulton Archive/Getty Images (centro)

Gran polémica causó la modificación de algunas obras de Roald Dahl, autor de novelas infantiles como Matilda o Charlie y la fábrica de chocolate, para eliminar al lenguaje considerado ofensivo.

Según identificó The Telegraph, algunas historias del británico fueron alteradas en su más reciente edición en inglés y palabras como “loco”, “feo” y “negro” fueron eliminadas o modificadas. Los periodistas encontraron 59 cambios únicamente en el libro Las brujas y cientos más en otras novelas.

En el caso de Charlie y la fábrica de chocolate, por ejemplo, la palabra “gordo” se eliminó y ahora Augustus Gloop es descrito como “enorme”, mientras que los Oompa Loompa ahora son llamados “pequeñas personas”, no “pequeños yo” (“little me”).

Las ediciones actuales también incluyen un pequeño mensaje en la parte inferior de la página de derechos de autor. “Las palabras importan. Las maravillosas palabras de Roald Dahl pueden transportarte a mundos diferentes y presentarte a los personajes más maravillosos. Este libro fue escrito hace muchos años, por lo que revisamos periódicamente el lenguaje para asegurarnos de que todos puedan seguir disfrutándolo hoy en día“.

Estas modificaciones habían sido anunciadas en 2020 por la editorial Puffin y los representantes de Roald Dahl. Estos últimos explicaron que buscan asegurarse “de que las maravillosas historias y personajes de Roald Dahl las sigan disfrutando todos los niños de hoy. Cuando se publican nuevas tiradas de libros escritos hace años, no es raro revisar el lenguaje utilizado y actualizar otros detalles, como la portada y el diseño de las páginas”.

Nuestro principio rector ha sido mantener el argumento, los personajes, la irreverencia y el espíritu mordaz del texto original. Los cambios introducidos han sido pequeños y cuidadosamente estudiados”, recalcaron.

Críticas del primer ministro de Reino Unido

El debate se instaló fuertemente en Reino Unido, donde hasta el primer ministro Rishi Sunak manifestó su postura. Un portavoz oficial de líder señaló que “es importante que las obras de literatura y los trabajos de ficción se preserven y no se editen“.

Siempre hemos defendido el derecho al libre discurso y expresión (…). Cuando se trata de nuestra rica y variada herencia literaria, el primer ministro está de acuerdo con el BFG (en alusión a The Big Friendly Giant [El gran gigante bonachón], una de las novelas de Dahl) en que no deberíamos ‘gobblefunk’ (nombre que recibe el léxico que inventó el autor británico) con las palabras”, agregó.

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