Álvaro Henríquez dialogó con Revista Sábado sobre lo que ha sido su recuperación y todo lo que debió vivir antes y después del trasplante de hígado al que fue sometido en mayo.
Una de las cosas que explicó es qué lo motiva de aquí en adelante y manifestó que “necesito seguir viviendo para que mi hija tenga un padre, para que Los Tres tengan más discos, salgamos de gira y seamos felices. Hay muchas cosas por hacer aún. Mi decisión fue esa y fue consciente: no me quiero morir todavía, así es que no me voy a morir”.
El compositor, de 48 años, también fue enfático al conversar sobre su enfermedad, la que lo obligó a acudir al quirófano: “Me interné y me trasplanté el hígado para seguir viviendo, no para seguir tomando”, como queriendo enviar un mensaje también a algunos críticos.
Pero también se sinceró respecto a la relación que pueden llegar a mantener los artistas con el alcohol señalando que “el ‘copete’ es un buen compañero, pero te mata. Entonces, no se puede confiar mucho en él. No es un amigo sincero”.
Esas y otras impresiones puedes leerlas en la entrevista de hoy de la Revista Sábado, en donde también comentó que sus días los pasa en soledad en la comuna de Ñuñoa reflexionando sobre la difícil etapa que vivió.
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