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(CNN) – Justin Bieber ha vendido los derechos de sus regalías editoriales y de artista de su catálogo de canciones, y se suma a una lista cada vez mayor de estrellas del pop que han firmado acuerdos de derechos.

Bieber vendió su catálogo a Hipgnosis, anunció el martes la compañía de inversión de derechos musicales.

Justin es verdaderamente un artista único en una generación y eso se refleja y se reconoce por la magnitud de este acuerdo“, dijo en un comunicado el manager de Bieber, Scooter Braun. “Durante 15 años he estado agradecido de ser testigo de este viaje y hoy estoy feliz por todos los involucrados. La grandeza de Justin apenas comienza”.

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El acuerdo está valorado en 200 millones de dólares, según Billboard. Rolling Stone calificó la venta como la más grande de cualquier artista de la generación de Bieber.

Bob Dylan, Bruce Springsteen, Neil Young, Stevie Nicks, Justin Timberlake, Sting y muchos otros han vendido recientemente los derechos de sus regalías. Warner Music Group también compró el catálogo completo de la fallecida estrella de rock británica, David Bowie que abarca seis décadas.

El trato de Springsteen valía alrededor de $550 millones. Según los informes, los catálogos de otros artistas se han vendido por una cantidad más cercana a la de Bieber.

Muchos artistas a fines de 2021 se apresuraron a vender sus derechos antes de que la Administración Biden permitiera aumentar los impuestos sobre las ganancias de capital, dijo a CNN el año pasado Hannah Karp, directora editorial de Billboard. Otros, en particular los artistas que se acercaban al final de sus carreras, optaron por vender sus derechos con fines de planificación patrimonial, dijo Karp.

Pero algunos artistas más jóvenes como Bieber también han comenzado a vender. Imagine Dragons vendió su catálogo a Concord Music Publishing en agosto. Shakira firmó un acuerdo anunciado este mes con Hipgnosis Songs Fund para todo su catálogo, que incluye éxitos como “Hips Don’t Lie”, “Whenever, Wherever” y “She Wolf”.

Pero Taylor Swift está tomando la táctica opuesta, luchando por mantener el control creativo y regrabando algunas de sus canciones para obtener los derechos de publicación de su música.

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