Por Julio Sánchez
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22 de marzo. Por la red social Twitter, la usuaria @amenabarsoledad -medio en broma, medio en serio- escribió lo siguiente: “Sólo en Chile. En el hospital de Vallenar ha nacido Covid Bryan Guerrero Palma. Felicidades!”.

La publicación, rápidamente comenzó a masificarse, pero era falsa. El mismo chiste se replicó en otros países como México, donde el protagonista se llamaba “Dylan Covid”.

Hasta hoy, y pese a que se ha informado que se trata de información falsa, aún debe haber quienes crean que lo anterior sigue siendo cierto. Por ejemplo, en Colombia, se popularizó el nombre del doctor Juan Camilo Tinjacá, supuesto creador de la cura para el coronavirus. Se adjuntaba junto a él la fotografía de un popular actor de cine triple X.

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Las fake news, algunas más graves que otras, preocupan tanto como la propia pandemia. Silvia Briand, directora del área de preparación de urgencias infecciosas de la Organización Mundial de la Salud, definió este problema como “infodemia”.

“Nos hemos dado cuenta que esta ‘infodemia’ puede ser un obstáculo para una buena respuesta y minar la efectividad de las medidas”, dijo la representante internacional.

Información en crisis

El rol de los medios en crisis como estas es primordial. Se estima que un 70% de los chilenos no sabe detectar una noticia falsa. De ahí, que nutrir de información fidedigna parece un desafío complejo por estos días. No solo por la lluvia de contenidos disponibles que deben ser chequeados por periodistas, sino también por los recursos con que los propios medios disponen para aquello.

Este domingo, el diario El País publicó un artículo titulado “Los medios de comunicación piden ayuda ante el desplome publicitario para mantener el esfuerzo informativo”. El contenido daba cuenta de la grave crisis que enfrenta hoy el deber de informar. Más allá de los errores o aciertos editoriales y del contenido de la prensa, se presenta la debacle que viven económicamente los medios y cómo eso repercute en dar cumplimiento con dicho deber.

“Las asociaciones de medios presumen estos días del esfuerzo de sus plantillas, pero no saben cuánto tiempo podrán sostenerlo”, reza el artículo. Lo cierto es que Chile no está exento de esa realidad.

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La inversión publicitaria cayó en 2019 del orden de 7%, producto de los acontecimientos del 18-O (estallido social). Antes de eso, venía bastante constante respecto al año anterior, y ahora con la crisis generada por el COVID-19 esperamos también una caída”, explica Fernando Mora, presidente de la Asociación Nacional de Avisadores (ANDA).

La crisis económica producto de la pandemia toca no solo a los grandes mercados bursátiles del mundo, sino que también a la industria medial, y principalmente en Chile.

“Es absolutamente predecible una caída de la inversión publicitaria a nivel mundial producto del deterioro de la economía. Y esto impacta directamente en los resultados de los medios de comunicación”, señala Mora.

Prensa y democracia

La merma de recursos en los medios ha generado no solo despidos, sino reducción de gastos y operaciones. Lo anterior, en algunos casos, pudiera llegar a comprometer el ejercicio de la labor de informar.

Ante eso, Nathalie Castillo, presidenta del Colegio de Periodistas de Chile, explica que “sea por cualquier motivo, la falta de medios o de contenidos periodísticos constituye un atentado a los principios del derecho humano a la comunicación”.

La titular del gremio de comunicadores agrega que para dar cumplimiento a este derecho “debe haber una defensa irrestricta del sector de las comunicaciones, entendiendo que -en contextos como éste- aumenta de forma considerable la demanda y reproducción de contenidos informativos”.

Así también lo detalla el presidente de ANDA: “Sin duda necesitamos medios de comunicación serios, es la única forma de combatir la desinformación y las fake news tan presentes en las redes sociales”.

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Los medios de comunicación son imprescindibles en una sociedad libre y esta pandemia ha volcado la atención de la ciudadanía hacia ellos.

Por ejemplo, dice Andrea Garderes, directora general de proyectos de Almabrands: “La televisión vuelve a ocupar un rol más relevante como medio información para las personas, demostrando que es posible encontrar un espacio en un nuevo contexto competitivo. Así lo demuestra la última medición de Plaza Pública de Cadem, donde es posible ver que la ‘pantalla chica’ retoma su liderazgo como el medio más consumido (48%) y mejora su confianza (57%)”.

La labor de las radios y portales informativos de Internet dan cuenta también de la importancia noticiosa, con reportajes y chequeos de contenido que han permitido excluir a noticias que son derechamente falsas.

Apoyo para informar

Desde España, según relata la nota de El País, “urgen al Gobierno a establecer medidas de apoyo específicas para sostener su actividad, esencial para los ciudadanos. Un plan que pasaría por avales y créditos blandos para las empresas de medios, bonificación en las cuotas de Seguridad Social, a cambio de mantener el empleo, y por reforzadas campañas de publicidad institucional”.

¿Una posibilidad en Chile? Contactamos a Juan Jaime Díaz, presidente de la Federación de Medios de Chile, mismo cargo que ostenta en la Asociación Nacional de Prensa, pero no hubo respuesta.

Ariel Rementería es doctor en Ciencias de la Información y docente del Departamento de Publicidad e Imagen de la Universidad de Santiago. Solicitar ayuda al gobierno, dice, puede ser un arma de doble filo. “¿Qué gobierno u organización presta ayuda económica sin exigir algo a cambio? La libertad de informar, en tiempos de crisis, es informar lo que se quiere informar, la libertad es una víctima de la pandemia”, explica.

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Para Nathalie Castillo, presidenta del Colegio de Periodistas, una de las soluciones a la crisis económica de los medios podría pasar por “la creación de una Ley de Medios que garantice la existencia de medios de carácter público, privado y comunitarios; así como la democratización del espectro radioeléctrico, que afecta la distribución de señales de radio y televisión poniendo fin a la extrema concentración de la propiedad de los medios”.

Desde la Asociación Nacional de Avisadores, en todo caso, creen que “los próximos meses serán muy difíciles. Esperamos que la actividad publicitaria repunte en cuanto superemos esta crisis sanitaria, ya que la publicidad es un activador de la economía”.

Claro está que tampoco hay certeza de que ello ocurra.

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