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Sin siquiera haber sido ordenado, el Vaticano aceptó la renuncia del obispo auxiliar de Santiago, Carlos Irarrázaval Errázuriz, quien fue duramente cuestionado tras sus polémicas declaraciones entregadas a CNN Chile en las que aseguró que en la última cena no había mujeres y eso “había que respetarlo”.

El Vaticano aceptó su renuncia a menos de un mes de haber sido nombrado. Sin embargo, Irarrázaval seguirá desempeñando sus funciones como párroco de la parroquia el Sagrado Corazón de Providencia.

Respecto a los dichos del presbítero, en entrevista con Matilde Burgos, el historiador experto en Iglesia Católica, Marcial Sánchez, aseguró que “Carlos a lo mejor no tiene la culpa, los que tienen la culpa fueron los que formaron a Carlos Irarrázaval”.

“Son generaciones formadas de acuerdo con este elemento misógino que tienen en cuanto a la respuesta de las mujeres en la Iglesia Católica, y eso es tremendamente complejo, y no solamente lo muestra Carlos, sino que otros sacerdotes”, explica.

Además, aseguró que los conductos actuales para nombrar a los obispos, tanto en Chile como en el mundo, no son los adecuados.

“Carlos Irarrázaval no era una mala persona, no era competente para el cargo. Él se da cuenta que no era competente para el cargo”.

“Aquí hay un problema de educación. Ese elemento misógino está presente en varios obispos que tienen su edad, hay una formación, una deformación que es lamentable”, enfatizó Sánchez.

 

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