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Hasta ahora Julio Ponce Lerou era como el Viejito Pascuero del financiamiento irregular de la política: todos hablaban de él, pero nadie lo había visto.

Ahora, gracias a una investigación de CIPER CHILE, hemos vuelto a ver más clara su huella. Precavido usó otro correo para tratar de poner a alguien cercano a cargo de medio ambiemte en la zona de operaciones de SQM.

También influyó en la tramitación de la nueva institucionalidad ambiental. En los correos mostrados por Ciper, Ponce Lerou se comunicaba directamente por ejemplo con el ex diputado Roberto León.

Así él y sus directivos hicieron llegar 41 indicaciones, 9 de las cuales fueron recogidas calcadas o apenas modificadas por varios parlamentarios como Francisco Chahuán, Marcela Cubillos, Alejandro García Huidobro o Alejandro Sepúlveda. Todo niegan cualquier irregularidad.

Pero hasta ahora, nada de la investigación de la Fiscalía apunta a Julio Ponce Lerou, cuando siempre ha sido evidente que Contesse no se mandaba solo para el uso de los 15 millones de dólares que reconoce que usó para pagar a políticos. 

Gracias a Ciper tenemos antecedentes de que SQM no sólo intervino en la ley del Royalty (vía el entonces senador Pablo Longueira), sino en la Ley de Medio Ambiente.

Y mientras hoy se conoce la acusación contra Corpesca como persona jurídica, antes el Fiscal Gómez decidió darle a SQM una suspensión condicional pagando 1/7 de lo que tuvo como multa en EEUU a pesar de que el daño de sus acciones se produjo acá.

Lo más vergonzoso es la lección final que queda: a veces no se necesita ganar una elección, para legislar en Chile.

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