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El abogado Aaron Schlossberg se volvió viral la semana pasada tras increpar duramente a un grupo de trabajadores porque estos últimos hablaban en español.

El hombre, duramente criticado e incluso transformado en blanco de manifestaciones, había tratado a los empleados como indocumentados y amenazando con llamar a los funcionarios de inmigración.

Días después, y través de Twitter, publicó esta carta para disculparse, generando miles de respuestas en sólo un par de horas.

Pese a todos los cuestionamientos, aclara que no se considera racista.

A las personas que insulté, me disculpo. Verme a mí mismo en línea abrió mis ojos – la manera en la que me expresé es inacpetable y no es la persona que soy. Ví mis palabras y acciones dañar personas, y por eso lo siento profundamente. Mientras las personas deberían ser capaces de expresarse a sí mismos libremente, ellos deberían hacerlo calmada y respetuosamente. Lo que el video no transmitió es el verdadero yo. No soy racista. Una de las razones por las que me moví a Nueva York fue precisamente por la destacable diversidad que ofrece esta maravillosa ciudad. Amo este país y esta ciudad, en parte por los inmigrantes y la diversidad de culturas que los inmigrantes traen a este país. De nuevo, mis más sinceras disculpas a cualquiera y a todos los que herí. Gracias. 


 

 

Con todo, algunos sectores siguen insatisfechos. 

El diputado demócrata de Nueva York y nacido en República Dominicana, Adriano Espaillat, señaló a The New York Times que la discupa llegó muy tarde y que el episodio viralizado es parte de “un patrón de conducta”, considerando nuevos registros subidos a Internet que muestran otros incidentes en la misma línea.

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