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Según cifras de Gendarmería, hasta el 31 de enero de este año, un total de 522 personas estaban condenadas a este tipo de pena carcelaria. De este grupo, 166 fueron beneficiados con libertad condicional, lo que se traduce en un 32% del total de condenados. 

En el caso de condenados a cadena perpetua simple, el reo puede postular a la libertad condicional tras 20 años de condena efectiva, mientras que aquellos con cadena perpetua calificada, solo podrán intentarlo luego de 40 años de prisidio.

Entre los requisitos que considera la comisión a cargo del beneficio, se consideran la buena conducta, rehabilitación y el periodo de la pena cumplida por el postulante. 

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