Según el medio internacional ‘The Independent‘, los servicios de emergencias de Londres se encuentran en alerta pues funcionarios de la salud advierten de la proliferación de la inquietante tendencia de las llamadas “puñaladas seguras” en las que jóvenes se están propinando puñaladas en determinadas partes del cuerpo pensando en que no conducirán a la muerte.
Duncan Bew, responsable de trauma y cirugía de emergencia del King’s College Hospital de Londres, dijo que en lo que va de este 2017 ve más personas con heridas de puñal que con apendicitis.
Patrick Green, gerente de la organización benéfica de educación juvenil Ben Kinsella Trust, sostiene que esta práctica no hace más que aumentar. “Queremos mostrarles que incluso la penetración más pequeña puede causar la muerte o un daño serio”, explica Green, añadiendo que esta tendencia comienza a darse en niños de entre 12 y 15 años.
Estas declaraciones se producen después de que la Policía metropolitana haya iniciado una nueva fase de la Operación Sceptre, una ofensiva contra el crimen con arma blanca centrada en la confiscación de cuchillos, puñales y navajas y la identificación de las personas que los llevan.
La semana pasada, Michelle McPhillips, cuyo hijo de 28 años murió asesinado a puñaladas, dijo en una reunión de seguridad comunitaria en el municipio londinense de Islington que la Policía debería esforzarse más en detener esta última ola criminal.
McPhillips confesó: “Estoy entregando folletos yo misma, haciendo el trabajo de la Policía. No tenemos apoyo (…) Me estoy acercando a la gente joven de Marquess Estate, donde hace un par de meses hubo tres apuñalamientos en un lapso de 24 horas”, lamenta.
Hasta el momento, la Policía ha identificado a más de 750 personas en Londres como probables portadoras de armas blancas sospechosas de perpetrar delitos en al menos dos ocasiones en los últimos 12 meses. El sospechoso más joven tiene 13 años.
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