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Shane Godfrey sufrió un drástico cambio mientras estuvo hospitalizado. Tras cinco semanas de tratamiento para recuperarse de complicaciones causadas por una fuerte gripe, bajó 22,6 kilos.

Incluso, detalla un post en su Facebook, casi muere por su delicado estado.

Felizmente se mejoró y al regresar vivió un curioso recibimiento. 

Willie, su perro, comenzó a ladrarle al “extraño” sentado en su patio, pero cuando se acercó más y olió a la persona se dio cuenta que era su dueño, quien después de tanto tiempo estaba irreconocible. 

Luego de eso, la alegría de la mascota fue incontenible. “¿Dónde has estado?”, interpretaban los familiares la actitud del animal.

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