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Ford es una de las compañías estadounidenses que más tiempo lleva en China. Pero el fabricante de autos se siente amenazado por la política económica del presidente Donald Trump, ya que si este decide subir los aranceles a las importaciones chinas, el gobierno de aquel país podría tomar represalias contra las empresas estadounidenses que operan en su territorio.
El mercado a nivel mundial coincide en que si Trump desata una guerra comercial con China, Estados Unidos no saldría bien parado.
El detalle de la compleja situación de Ford en la nota de Daniel Mckenzie, en el video adjunto.
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