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Pensar que a partir de una tragedia tan grande como los incendios puedan surgir serias sospechas de irregularidad sobre algunas de las empresas que volaron para apagar las llamas, sólo agranda la catástrofe. Una investigación de Mega evidenció que las compañías Faasa, Inaer  y Martínez Ridao son investigadas en Europa por cargos de colusión, tráfico de influencias, sobornos y cohecho internacional. Estos supuestos delitos habrían tenido como finalidad ganar licitaciones en distintos países europeos. En la indagatoria española, Chile aparece mencionado como un país donde se habría utilizado el mismo modo de operar.

La Onemi y Conaf han aclarado hoy  que el proceso por el cual se les contrata es absolutamente regular y de caracter público. También aclaran que en Chile no existe una investigación en curso en contra de las empresas señaladas. Pero la pregunta es: Debe haber en Chile un proceso contra una empresa para al menos mirar con más atención a quién se tiene al frente cuando se va a licitar? También se informa que de acuerdo a la Ley de Compras Públicas, sólo existe prohibición de contratar proveedores que hayan tenido condenas por prácticas antisindicales o por violación de los derechos de los trabajadores…. o sea, los delitos o irregularidades de una empresa sólo pueden existir en esos ámbitos? Al parecer hay  algo que revisar ahí….Los antecedentes se entregaron hoy a la Fiscalía nacional económica por parte de Conaf

Cuando esto se sabe, se viene a la cabeza tantos episodios que siembran la duda: como cuando en la Conaf se dijo que los aviones grandes no servían para estos incendios….
Y para hacer esta tragedia todavía más dura, se sabe que los contratos del Estado con las empresas privadas, son al menos muy benévolas con esas compañías. Según Mega, en un incendio de larga duración como los últimos, las compañías cobran 1.8 millones de pesos por hora extra…. cuestión que también da para reflexionar…

Se apagaron las llamas en el centro y sur, pero se prendió un nuevo incendio de desconfianza, y desilusión. Aquí ni el Supertanker, el avión ruso, brigadistas y bomberos podrá sofocar el fuego que contradictoriamente prendieron los mismos que lanzaban el agua.

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