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Javiera Blanco fue designada por la Pdta Bachelet para integrar el Consejo de Defensa del Estado. Una nominación controvertida por varias razones. A la Pdta se le ha criticado el excesivo peso de la relaciones personales en sus designaciones, una crítica que sin duda se refuerza cuando pone a una colaboradora íntima, ex vocera de campaña y luego ministra de Trabajo y Justicia en este nuevo cargo.

Blanco salió cuestionada del gobierno, por su actuación en los casos del Sename y Gendarmería. De hecho, el CDE del que ahora forma parte se querelló por las pensiones de Dipreca. Y justo hoy, Contraloría dictaminó su rechazo a la contratción de 4 funcionatrios de gendarmería, cuando Blanco era ministra.

Por eso, más allá de la calificación profesional de Blanco, la oposición e, incñluso el pdte del partido radical cuestionaron su nuevo cargo. Más aun, cuando, salvo circunstancias excepcionales,  lo ocupará hasta los 75 años. O sea, la designación presidencial de turno le asegura un relvante puesto de trabajoen el Estado hasta el año 2047.

Ese es un tema para revisar. Otro, son los conflictos de intereses de los consejeros. Hace algunas semanas, La Tercera reveló que algunos de los encargados de defender los intereses del Estado tienen contratos millonarios con reparticiones estatales, cargos de directorio en empresas de lobby y todo tipo de intereses en causas privadas.

El CDE es clave para representar los intereses de los ciudadanos frente a casos de corrupción que pueden ser protagonizados por poderosos miembros de la élite. Por eso, reeestudiar el tiempo que los consejeros duran en el puesto, y que se les exija exclusividad en el ejercicio dewl cargo, podrian ser dos miradas constructivas para la controversia abierta hoy.

 

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