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Este 2016 ha sido el año más mortífero para las miles de personas que intentan cruzar el mar Mediterráneo, en un proceso marcado por condiciones más precarias que en 2015. Por ejemplo, menos viajeros clandestinos viajan con chalecos salvavidas, alimentos y agua.

Según cifras de la organización Médicos Sin Fronteras, entre enero y los primeros días de diciembre, al menos 4 mil 700 personas han muerto al intentar cruzar el Mediterráneo. 

Así, son casi mil personas más que en 2015. En esa línea, el 16% de quienes han llegado a lugares como Italia son menores de edad. Mientras que un 88% no están acompañados de un familiar.

Al término del año, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados estima que la cifra de muertos en el Mediterráneo podría llegar a cinco mil y llamó a adoptar nuevas medidas para enfrentar la crisis, entre ellas mayor financiamiento.

 

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