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El jugador del Feyenoord aplicó su carácter karateca para pasar la frustración.
Graziano Pellè luego que el árbitro pitara el fin del partido, y que anteriormente en el quinto minuto de adición el Twente le convirtiera el gol del empate al Feyenoord, se salió de sus casillas y pateó cual artemarcialista todo lo que pudo. Una actitud antideportiva, la cual se espera tenga sanciones en el fútbol holandés.
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