Los peregrinos llegaron hasta la cuna del cristianismo para celebrar el Día de Navidad marcado por ceremonias religiosas y espectáculos artísticos al aire libre que no fueron opacados con las bajas temperaturas y la lluvia que acompañó toda la noche a la multitud que esperó la noche buena en la Plaza del Pesebre.
En las costas de Oceanía miles de australianos adornaron de rojo diferentes balnearios del país. En este caso las buenas condiciones climáticas permitieron que los jóvenes compartieran en la playa Bondi de Sydney la tradicional cena de navidad.
Mientras tanto en la isla de Hawaii el viejo pascuero cambio el trineo y los renos por una canoa cargada de regalos para los niños que lo esperaban en tierra.
A pesar de que el gobierno central de China restringió las celebraciones de Navidad, las agrupaciones religiosas y miles de ciudadanos salieron a las calles para disfrutar junto a sus seres queridos de esta fecha que tiene se vive de distintas formas en cada rincón del mundo.
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